Toca la próstata
La Opinión de Tenerife, 26 de diciembre de 2007
Se acaba el año y todavía no hemos hablado de la próstata. Nos gusta dedicar una columna anual a ese órgano con forma de castaña, localizado entre el recto y la salida de la vejiga urinaria, que tantos quebraderos de cabeza produce a muchos machotes a partir de cierta edad.
Ya uno va alcanzando la edad de la degradación (la vida cuesta abajo a partir de la cima de los cuarenta) y la próstata suele ser el primer síntoma de que algo empieza a fallar en el descenso vertiginoso del cuerpo hacia ese estado de desprestigio celular que termina con la muerte.
Uno, que vive preocupado por la salud, se va preparando para los años de vacas flacas y al footing añade diariamente unos ejercicios preventivos de los males de la próstata, que son muy sencillitos y que todo lector de este blog debería practicar a mayor gracia de Dios.
Basta con dedicarle cinco minutitos diarios antes de cada comida y la próstata y su pareja se lo agradecerán eternamente. Porque estas gimnasias de las partes pudendas son tan beneficiosas para los problemas de tracto urinario como para los sexuales. Basta con ejercitar el músculo pubococcígeo (para abreviar, PC) que nace donde el cuerpo perdió su dignidad.
¿Ha probado alguna vez el lector a parar la micción en plena faena evacuatoria? ¿A veces, en plena erección, se entretiene observando la facultad de su pene para moverse a voluntad? Pues si ambas respuestas son afirmativas, su músculo PC está en plena forma. Si no es capaz de lo anterior, empiece a preocuparse, amigo, porque hay algo ahí dentro que no furula.
A los no iniciados de la Hermandad del Músculo PC, les voy a revelar uno de los ejercicios básicos para mantener en forma la castaña de marras, así como el perineo, esa zona que bien estimulada da tanto gustito, pero que avergüenza a tantos machotes.
Como en todo, la respiración es fundamental: las inspiraciones deben ser por la nariz y las expiraciones, por la boca (a falta de otros orificios respiratorios). En primer lugar, inspire lentamente hasta llenar los pulmones de esa sustancia indefinida que es el aire. A continuación, expire el aire viciado, mientras empieza a contraer lentamente el músculo PC (vamos, engoruñe el culo), hasta fruncirlo del todo.
Mantenga este encogimiento de esfínteres durante al menos diez segundos y luego relaje el músculo mientras empieza a inspirar lentamente. Aguarde otros diez segundos, más o menos, y luego realice una nueva flexión. Realice de veinte a treinta repeticiones diarias y ya me dirá usted si el negocio funciona.
Después puede relajarse tomándose un gintonic, pero tampoco se pase. No vaya a ser que por querer emular a un Nacho Vidal sexagenario se convierta usted en un alcohólico empedernido.
Siga, pues, mis instrucciones y no tendrá que ir a tocar a casa del Señor de los Anillos de Látex. La próstata se lo agradecerá y su parienta dejará de ponerle velitas a San Pascual Bailón.